Deuteronomio es seguramente más leído y mejor conocido que Levítico entre los libros de la ley. No obstante, muchos lo conocen solo por pedacitos, en porciones aisladas de algunos pasajes más concurridos. ¿De qué se trata este libro como un todo? Vamos a ver algunos datos relevante del libro de Deuteronomio que nos ayudarán a conocer y apreciar mejor este importante libro, el último de los Libros de la Ley (Pentateuco).
Datos introductorios de Deuteronomio
Autor y fecha
Los eruditos bíblicos conservadores concuerdan en que Moisés escribió el libro de Deuteronomio, pero muchos eruditos liberales sustentan la teoría que este libro fue escrito varios siglos más tarde. Desafortunadamente, esta teoría ignora la declaración del mismo libro en el sentido que Moisés lo escribió (Deut. 31:9-13) y el uso del pronombre en primera persona a lo largo del libro. El capítulo 34, acerca de su muerte, probablemente fue agregado como tributo a Moisés por Josué, su sucesor. La fecha de Deuteronomio debe de haber sido algún tiempo cerca del 1400 a. C.
Claves de Deuteronomio
- Palabra clave: Pacto. El tema principal de todo el libro de Deuteronomio es la confirmación del pacto.
- Versículos clave: Deuteronomio 10:12-13; 30:19-20.
- Capítulo clave: Deuteronomio 27. La confirmación formal del pacto se produce en Deuteronomio 27, cuando «Moisés y los sacerdotes levitas dijeron a todo Israel: “¡Guarda silencio, Israel, y escucha! Hoy te has convertido en el pueblo del Señor tu Dios”» (Deut. 27:9).
Marco histórico
El libro de Deuteronomio marca un giro en la historia del pueblo escogido de Dios. Debido a su rebelión e infidelidad, habían peregrinado sin destino sobre el desierto durante una generación entera (40 años). Ahora acampan al oriente de Canaán, la tierra que Dios les había prometido por patria.
Los acontecimientos registrados en el libro de Deuteronomio ocurrieron, aproximadamente, entre el 1440 a. C. y el 1400 a. C.
Contribución teológica
El Nuevo Testamento contiene más de ochenta citas tomadas de Deuteronomio; Jesús mismo citó con frecuencia este libro. En la tentación, respondió al diablo con cuatro citas de las Escrituras. Tres de ellas vienen de este libro clave del Antiguo Testamento (Mt. 4:4; Lc. 4:4 cf. Dt. 8:3; Mt. 4:7; Lc. 4:12 cf. Deut. 6:16; Mt. 4:10; Lc. 4:8 cf. Deut. 6:13). Cuando le preguntaron cuál era el mandamiento principal de la ley, Jesús respondió con la conocida cita de Deuteromonio: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente» (Mt. 22:37 cf. Deut. 6:5; Mt. 12:30; Lc. 10:27).
Consideración especial
Algunas personas consideran las leyes de Dios en el Antiguo Testamento como cargas pesadas y restrictivas. El libro de Deuteronomio, sin embargo, enseña que las leyes de Dios han sido dadas para nuestro bien, para ayudarnos a estar cerca de Él en nuestra actitud y conducta.
Síntesis de Deuteronomio
Primer sermón de Moisés (1:1—4:43)
Moisés se remonta al pasado para recordar al pueblo dos hechos innegables de su historia: (1) el juicio moral de Dios por la incredulidad de Israel, y (2) la liberación y provisión de Dios cuando obedecían.
Segundo sermón de Moisés (4:44—26:19)
Estos capítulos repasan las tres categorías de la ley: (1) los testimonios (Deut. 5—11). Son los deberes morales; una segunda promulgación y expansión de los Diez Mandamientos con la exhortación de no olvidar la misericordiosa liberación de Dios. (2) Los estatutos (Deut. 12:1—16:17). Estos son los deberes ceremoniales: sacrificios, diezmos y fiestas. (3) Las ordenanzas (Deut. 16:18—26:19). Son los deberes civiles (Deut. 16:18—20:20) y sociales (Deut. 21—26): el sistema de justicia, las leyes del crimen, las leyes de la guerra, las reglas de propiedad, la moral personal y familiar y la justicia social.
Tercer sermón de Moisés (27—34)
En estos capítulos Moisés escribe la historia anticipadamente. Anuncia lo que le ocurrirá a Israel en el futuro cercano (bendiciones y maldiciones) y en el futuro distante (dispersión entre las naciones y un probable retorno). Moisés hace una lista de los términos del pacto que luego iban a ser ratificados por el pueblo. Debido a que no se le permitirá entrar en la tierra, Moisés designa a Josué como su sucesor y da un discurso de despedida a la multitud. Dios mismo sepulta a Moisés en un lugar desconocido.