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6 errores comunes que necesitas evitar al leer la Biblia

La Biblia es una fuente invaluable de sabiduría, enseñanzas y revelación divina. Sin embargo, al leerla, es fácil caer en errores comunes que pueden distorsionar nuestra comprensión y aplicación de su mensaje. En este artículo, vamos a explorar algunos de los errores más frecuentes que solemos cometer al leer la Biblia, y proporcionaremos consejos prácticos para evitarlos.

Al aprender a leer la Biblia con una mentalidad abierta, atenta al contexto y en comunión con otros creyentes, podemos aprovechar al máximo su mensaje y experimentar un crecimiento espiritual profundo. Acompáñanos en este viaje de exploración y descubrimiento mientras nos sumergimos en las claves para una lectura más efectiva y enriquecedora de la Palabra de Dios.

Algunos de los errores más comunes

Hay muchos errores que la gente comete con frecuencia al leer la Biblia. Aquí hay algunos de los más comunes:

1. Leer la Biblia fuera de contexto

Este es uno de los errores más frecuentes. Al leer la Biblia, es esencial entender el contexto histórico, cultural y literario del pasaje donde estamos. Sacar un versículo de su contexto puede llevar a interpretaciones incorrectas y distorsionadas.

También es importante recordar que la Biblia es una colección de libros, cada uno con su propio propósito y contexto. Por eso, es importante leer cada libro de la Biblia en su totalidad y comprender el contexto histórico, cultural y literario en el que fue escrito.

2. Buscar versículos que apoyen nuestra teología

Todos tenemos nuestras propias creencias e ideas acerca de los grandes (y no tan grandes) asuntos teológicos, pero es importante recordar que la Biblia no es un libro de textos de apoyo. No debemos leer la Biblia buscando versículos que apoyen nuestras propias nociones preconcebidas. En cambio, debemos dejar que la Biblia nos hable y desafíe nuestro pensamiento.

Este es quizás uno de los desafíos más grandes para crecer en nuestra comprensión de la Palabra de Dios. Nuestra formación, cultura, trasfondo eclesial, etc., influyen poderosamente sobre nuestra manera de acercarnos a la Biblia y entender su mensaje. Son como unos lentes que llevamos puestos inconscientemente y «colorean» nuestra lectura. No podemos deshacernos de nuestros lentes por completo, pero es de gran ayuda ser conscientes de ellos cuando leemos la Biblia.

3. Asumir que todo lo que leemos fue escrito para nosotros

La Biblia fue escrita para una variedad de personas diferentes en una variedad de contextos diferentes. Aunque hay una asombrosa unidad y coherencia en todo lo que contiene la Biblia, no todo en la Biblia es relevante para nosotros hoy.

Cuando leemos la Biblia, es conveniente pensar que estamos leyendo el correo de alguien más. Aunque toda la Biblia fue escrita para nosotros, ninguna parte de ella fue escrita a nosotros directamente. Antes de tomar y aplicar cualquier pasaje de la Biblia a nuestras propias vidas, debemos respetar a la audiencia original que recibió esas palabras y tratar de entender lo que el mensaje debió significar para ellos.

Es importante recordar que la Biblia es ante todo una historia. Debemos esforzarnos entonces por comprender cada pasaje bíblico dentro de esa historia primeramente, y luego extraer lo que el mismo pasaje quiere decir para nosotros hoy.

Errores comunes al leer la Biblia
Cuando leemos la Biblia, es conveniente pensar que estamos leyendo el correo de alguien más. Aunque toda la Biblia fue escrita para nosotros, ninguna parte de ella fue escrita a nosotros directamente.

4. Ignorar los pasajes que no entendemos

Está bien no entender todo lo que leemos en la Biblia. De hecho, es de esperar que eso suceda. La Biblia es un libro complejo y desafiante. Sin embargo, no debemos ignorar los pasajes que no entendemos. Más bien, debemos tratar de aprender más acerca de ellos.

Todos los lectores de la Biblia tenemos nuestros «pasajes difíciles» de la Biblia —que a veces son libros enteros—, y lo más común es no visitarlos nunca, pasarlos por alto, relegarlos. Esta actitud no nos ayuda. Más bien, nos limita y priva de la posibilidad de ganar una mejor comprensión de la Palabra de Dios como un todo.

Ante los pasajes que no entendemos, una alternativa mucho mejor es buscar ayuda: preguntar a otros cristianos, consultar herramientas, etc. Más tarde o más temprano, podemos adquirir mayor claridad sobre ellos.

5. Interpretar todo de manera literal

Este es otro error muy frecuente. Aunque hay partes de la Biblia que se deben interpretar literalmente, la Biblia también contiene géneros literarios diversos, como poesía, parábolas y metáforas. Interpretar todo de manera literal puede llevar a conclusiones erróneas.

La literatura hebrea es a menudo rica en imágenes, metáforas y exageraciones. Ser conscientes de este hecho nos va ayudar a evitar interpretaciones equivocadas y a disfrutar mucho más el rico lenguaje de la Biblia.

6. Formarse una idea a partir de un pasaje aislado

Es importante leer la Biblia en su totalidad y comparar todas nuestras ideas con el resto de las Escrituras. Si se nos ocurre una idea a partir de un pasaje aislado de la Biblia y que no se encuentra en ningún otro lugar, o que parece contradecir el resto de las Escrituras, probablemente estemos interpretando el pasaje incorrectamente.

Al leer la Biblia en su totalidad y comparar nuestras ideas con el resto de las Escrituras, podemos obtener una visión más completa y coherente de sus enseñanzas. Al confrontar nuestras ideas con la totalidad de la revelación bíblica, evitamos caer en interpretaciones sesgadas o subjetivas que puedan distorsionar el mensaje original.

Además, al estudiar la Biblia en su contexto más amplio, podemos descubrir conexiones temáticas y teológicas que tal vez no estábamos viendo y que nos permiten comprender mejor la intención de los escritores bíblicos y la revelación global de Dios a lo largo de la historia. La lectura cuidadosa y contextual de la Biblia nos ayuda a desarrollar una base sólida para nuestra fe y nos protege de caer en ideas erróneas o interpretaciones superficiales e incompletas.

Consejos para evitar estos errores comunes

Leer la Biblia es un viaje de toda la vida. Es un proceso de aprendizaje y crecimiento. No te desanimes si no entiendes todo lo que lees. Solo sigue leyendo y orando, y Dios te revelará su verdad en su tiempo.

Aquí hay algunos consejos para leer la Biblia de manera efectiva:

  1. Lee con un propósito. ¿Qué esperas obtener al leer la Biblia? ¿Estás buscando consuelo, guía, instrucción o inspiración? En otras palabras, trata de no leer la Biblia solo por leer.
  2. Lee despacio y con atención. No trates de leer demasiado de una vez. Tómate tu tiempo y deja que las palabras penetren.
  3. Usa una variedad de recursos. Hay muchos recursos útiles disponibles para ayudarte a entender la Biblia. Los comentarios, los diccionarios bíblicos y las guías de estudio pueden ser útiles. No tengas miedo de buscar las palabras que no entiendas.
  4. Ora por guía. Pídele a Dios que te ayude a entender su Palabra y aplicarla correctamente a tu vida.
  5. Sé constante. Reserva algo de tiempo periódicamente para leer la Biblia. Lee un poco cada día, aunque sean unos pocos versículos.
  6. Toma notas. Lee con bolígrafo o lápiz en la mano para que puedas tomar notas. Anota las preguntas que te surjan mientras lees, así como tus nuevos hallazgos, sorpresas, etc.
  7. Lee con otros. La Biblia fue dada originalmente en un contexto comunitario, y no hay nada mejor que leerla en comunidad. Trata de leer la Biblia con otros periódicamente, y habla con otras personas sobre lo que estás aprendiendo de la Biblia.

Recuerda, la Biblia es un regalo de Dios. Es un tesoro inagotable de sabiduría y guía práctica para tu diario vivir. Mientras lees la Biblia, confía en que Dios te hablará y te ayudará a crecer en tu fe. Pero al mismo tiempo, haz todo lo que esté de tu parte para evitar los errores que podrían perjudicar tu lectura de la Biblia.

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